Los Domingos son Adolescencia


Levántame de la cama, mamá.
Ábreme la persiana porque ya son las diez y, déjame gritarte por no quererme dormida; descansando la desilusión de no haber encontrado de nuevo nada fuera que no haya dentro, la saliva del estómago vacío.
Oblígame a limpiar rápido, desprecia mis modos, inutiliza mi voz, haz que el perdón sea cosa de cobardes, persígueme con mis pañuelos, finge conmigo que se trata de educación, corre la cortina, recuérdame la desvergüenza, ciérrame la puerta, vuelve a entrar y apaga la música que hace de mi cuarto un bunker lleno de enemigos.
Oblígame a correr y pídeme ayuda; ayuda a los que les debo todo. 
Oblígame a ir y hazme llorar de nuevo, porque no quiero comer.
Llévame a la playa, mamá. Es domingo y somos una familia.




16 de junio.

Hago girar mi rueda como dos aspas loco*

H AGO girar mis brazos como dos aspas locas... en la noche toda ella de metales azules.] Neruda Tú ya sabes qué sucede cuando... toda...